martes, 10 de septiembre de 2019

El valle de los huesos secos

Imagen tomada de https://www.sanandolatierra.org/sopla-espiritu-valle-de-huesos-secos-ludmila-ferber-y-ana-paula/


Caminando junto a la niebla
sin descifrar aún
a qué me enfrentaba
o dónde me encontraba.
Decidí proceder mi marcha.

No había nada,
y sin poder acrisolar mi alma,
mi fin se acercaba sin saber
realmente en dónde estaba.

Era un mundo lleno de ira,
un mundo de guerras
y falsas doctrinas,
un mundo plagado
de politiquería. 

Los paisajes no existían,
el ambiente era pernicioso.

El silencio rodeaba
el valle donde las tierras
ya no eran fértiles
y la pobreza acechaba.

Y en medio de esa noche lóbrega
mis penas deliraban
a través de la soledad
y las sombras,
de la agonía y desdicha.

Sin la luz de la esperanza
en el valle de los huesos secos.

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