domingo, 16 de junio de 2019

La masacre de los Lerman (7)

Imagen tomada de lobo tomada de https://imalanad.cf/temas-de-alex-lone-wolf-lobo



Volviendo al presente y en forma de un lobo decidí dirigirme al pueblo en busca de Lorenz Bauer, el causante de la masacre y asesino de la familia Lerman. Sus horas ya estaban contadas, su muerte se acercaba, y eso me alegraba por el simple hecho que fui encargado de deshacerme de los desperdicios arrojándolos al fuego eterno, donde las llamas son eternas y el sufrimiento nunca acaba. Aún seguía siendo el lobo negro de ojos blancos que nadie veía, sentía o percibía, caminaba sin ningún problema dirigiéndome hacia mi destino para cumplir mi principal objetivo: despertar el monstruo que duerme en mí. Mi ira incrementaba, así que empecé a correr hasta llegar a un pequeño departamento en la calle principal del pueblo, diagonal a una panadería, frente a la única barbería que había en aquel sitio. Las personas caminaban por el sector sin saber lo que iba a pasar, pues, el espectáculo recién empezaría.
Traspasé la puerta principal como lo hacen los demonios cuando quieren atormentar a los humanos por ser pecadores. Al estar en su sala me pude fijar que él estaba sentado en los muebles leyendo un libro y tomándose una cerveza como cualquier persona común y corriente sin estar arrepentido por lo que hizo.
Aquello estalló mi rabia que no esperé ni un minuto más y me acerqué para tener una conversación antes de llevarme su alma:
–Buenas tardes Lorenz, por fin nos encontramos frente a frente.­
Al iniciar la conversación se asustó dejando caer el libro al piso y levantándose despavorido
intentó correr, pero su cuerpo se paralizó y cayó al piso, entonces me preguntó:
–Quién demonios eres, Por qué me estás hablando si eres un lobo, y cómo hiciste para entrar a mi departamento.
Cuando terminó de hacerme todas esas preguntas, le detallé parte de su vida…
–Querido amigo, antes de saber quién soy permíteme narrar ciertos hechos de tu vida pasada para que te aterres recordándote todo lo que te ha sucedido en años anteriores, el cual soy el único en saber tus secretos y deseos oscuros desde tu triste y perturbada infancia.
Naciste en Alemania el 13 de septiembre de 1887 en un pueblo pequeño y pobre, tu padre era agricultor y alcohólico, al llegar a la casa desquitaba su furia con tu pacífica madre y terminaba golpeándote. Te escondías en lugares donde nadie te encontraría acompañando a la silenciosa soledad, siendo ella testigo del odio y rencor que le tenías a tu progenitor por maltratarte.
Aquel aberrante sentimiento lo aflorabas al descuartizar a cualquier animal que se te antoje, gozabas hacerlo, te tranquilizabas anestesiando tu inmenso dolor y coraje que desde muy pequeño ya se había engendrado y arraigado en tu alma.
Trabajaste como agricultor desde la adolescencia llegando a dominar el pico, decidiste ahorrar y viajar a la capital estudiando tu carrera favorita, Historia, para convertirte en el más brillante de tu clase y obtener el título de historiador.
Te graduaste con las notas más altas consiguiendo trabajo como profesor de historia en la prestigiosa universidad de Heidelberg, así lograbas cumplir todo lo que te proponías, pero al conocer a Anna pensaste que iba a hacer fácil conquistarla y llevarla a la cama porque no la amabas sólo se te había metido en la cabeza que ella provocaba a Andreas, su padre, y eso te encantaba y al mismo tiempo repugnabas. Pero todas esas ideas eran una vil mentira provocadas por tu esquizofrenia prolongándose cada día más y más fuerte. Tu obsesión acrecentaba sin medir las consecuencias, dejándote guiar por los pensamientos más macabros que tu mente originaba…
Hasta que cumpliste tu última meta de matar a toda una familia por el odio que le tenías a Andreas y la aberración que te atormentaba por querer acostarte con Anna. Todo te salió a la perfección, nadie te había descubierto, ni si quiera la policía, y por eso te sentías muy confiado, pero ahora te has dado cuenta que yo te descubrí.

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