La masacre de los Lerman (5)

Foto tomada de http://www.visitarholanda.com/la-granja-en-la-nieve/

Lorenz Bauer, causante de la masacre. Un reconocido profesor de la Universidad de Heidelberg. Lo tenía todo menos el amor de Anna. Cuando ella iba a la iglesia la acosaba, diciéndole que la amaba. Como no era correspondido la imaginaba provocando a su padre para tener relaciones sexuales, y eso lo perturbaba, tanto que escuchaba voces incitándole que los mate a todos por ser una familia pervertida, repugnante y desagradable.

Antes de sentenciarlo y castigarlo me convertí en un lobo negro de ojos blancos con los que me permitirían presenciar el trágico hecho que había pasado. Regresando a la granja empecé a aullar donde la luna llena comenzó a reinar siendo la única testigo de mi presencia y de mi dominio absoluto sobre las tinieblas.

Hace seis meses en mi fase humana descubrí a través de mi intuición que Anna estaba en peligro, pero de un momento a otro sus nervios y su pánico desaparecieron. Mi teoría fue la siguiente: este tipo al dejar de molestar a Anna decidió esconderse en la granja para espantar a la primera niñera de los Lerman, haciéndola aducir que había fantasmas en una granja que no estaba embrujada.

En plena tormenta de nieve tuvo que distraer a Andreas que descubrió extrañas huellas que se originaban en el espeso bosque circundante y conducían a la granja, lo inquietante era que aquellas pisadas no regresaban al bosque, lo que le hizo pensar que un intruso estaba escondido. Así, se sentía desesperado buscando al extraño que estaba dentro de la granja, pero los resultados fueron inútiles, no encontró a nadie.

El 30 de marzo de 1922 un juego de llaves desapareció dentro de la casa, dándose cuenta Zelinda de inmediato avisó a su esposo. Andreas al enterarse de lo sucedido entró en un ataque de celo y pánico porque pensaba que era un pretendiente de su hija que estaba molestando con una broma de mal gusto.

Al día siguiente llegó a la granja de los Lerman la nueva niñera de Armin, el hijo menor de Anna, para que lo cuidase y se encargarse de él, pero aquel día se convertiría en una verdadera pesadilla: