miércoles, 9 de mayo de 2018

La creación perfecta (VIII)

Ilustración tomada de https://co.pinterest.com/pin/422564377520819421/



El cielo ahora está sin estrellas,
las nubes describen su tristeza,
la noche es extensa y fría.
Hoy la soledad es mi amiga.

Camino en el desierto
y ya no gobierno el camino de las rosas,
el camino donde disfrutaba contigo,
el camino que dejó de existir.

Vivo en un mundo vacío,
un mundo sin hadas hermosas
donde solo rodean recuerdos,
pues todo tuvo su principio y su final.

¡El final de un juego mortal!
¡El final de las fantasías!
¡El final de jugar a las escondidas!

Los recuerdos han sido guardados en un cofre,
uno imaginario y difícil de encontrar.

A veces es mejor no pensar en ti,
y tratar de olvidar lo que fuiste para mí.

Hoy eres ajena y eso debo respetar,
seguir mi rumbo por un camino que no conozco.
Ese sería mi destino.

Mi camino será guiado por Dios
y no desmayaré por ningún motivo;
pues es difícil aceptar la realidad.

¡Recordar cuando paralizábamos el tiempo!
¡Recordar cuando fusionábamos nuestros cuerpos!

No hay alternativa de volver a tocarte,
esa es mi triste realidad,
el verte caminar por el parque,
es inspirarme aún más.

Existiendo un dolor que es difícil de amansar,
solo pido en oración olvidarte ya,
eres mi pecado principal
una fruta prohibida que no debo de buscar.

¡Es la decisión final!
La decisión que debo respetar,
una difícil de aceptar.

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