Ilustración tomada de https://co.pinterest.com/pin/791718809464338655/ |
No puedo olvidar la
primera vez que fuiste mía,
pero antes de eso hay
un recuerdo que no olvido.
Las olas te cantaban
donde la noche seguía su rumbo
y los lobos en un
bosque lejano adoraban a su diosa;
yo era aquel pintor
imaginario que preparaba su inspiración,
un pintor que descubrió
lo más bello del universo.
Después fui un poeta
cuya tinta era su sangre
y su hoja su propia
imaginación.
Eras la doncella de mi
propio paisaje,
la primavera de mis
ojos
algo indiscutible
que nadie puede
entender hasta el momento.
Retrocedo cada
espectáculo hecho por los dos,
donde los únicos
testigos fueron nuestros recuerdos.
La pasión de cómo
hacías el amor conmigo,
la lujuria de tus besos
y el manjar de tus deseos
no se irán jamás de mi
mente.
Eres la única mujer que
abrió mi inspiración,
la que puso sonido a mis
letras
y revivió el estilo
romántico que ya había desaparecido,
un estilo que estaba dormido.
Eres la dama de mis
sueños,
seductora e
inteligente,
doncella y majestuosa.
Has caminado sobre las
aguas
y has encendido las
llamas del sol
con una energía voraz.
No puedo olvidar tu
sonrisa,
y el eco de tu voz
es la melodía más
hermosa
que existe dentro de
mí.
¡El libro sin fin!
es el libro de los
dulces misterios,
¡El libro sin fin!
es el libro de los tiernos
deseos.
He escrito este libro
por el gran amor que te
tengo
y a pesar que tu amor
fue como el viento
son los versos que
testifican nuestro pequeño secreto.
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