Un farsante que
merecía su castigo,
un demonio que
debía ser encarcelado
en el Seol por las
atrocidades que hizo.
Decidí cumplir lo
que ÉL me había ordenado
para estar
tranquilo y no ver más sacrificios
o presenciar
cuerpos tiernos despedazados.
Debía matar a los
fenicios
por rendirle culto
a este dios enfermizo
y olvidarme de
cualquier perjuicio.
¿Dónde estás
Saturno?
Me convertí en espíritu
para saber su ubicación.
Y al fin lo hallé,
comiéndose a un
niño.
En ese momento la
oscuridad reinó
y un poder
siniestro de mi interior salió
convirtiéndome en
un cazador:
una sombra en
forma de bestia grotesca.
Toda mi piel era
negra y escamosa
tenía cuatro
brazos,
dos enormes y dos
medianos;
mis manos eran
garras largas
como cuchillos filosos.
Me acerqué y le dije:
–He esperado este
momento
de volvernos a
encontrar
Moloc Baal y
puedas contemplar
mi verdadera
apariencia
antes de
ejecutarte–
Cuando le hablé,
él me respondió.
–Azrael; el
justiciero del Creador –
Lo dijo irónicamente.
–Tu domino ha
caído, como tu poder
también ha
disminuido–
Fueron mis
palabras.
–Ángel de la
muerte, aunque me detengas
la humanidad jamás
va a cambiar,
solo eres
marioneta de Dios
como todos lo
hemos sido.
No te das cuenta
lo horrible que somos,
de la belleza nos
convirtió en fealdad
por el único hecho
de no servirle al hombre
y postrarse a sus
pies, sin percatarse
el Gran Yo soy,
que los humanos siempre
serán el error más
grande que Él cometió.
Satanás se lo
demostró cuando
los hizo caer en
la desobediencia,
desde ahí fueron
infieles y no leales.
Por eso debes
entenderme
que si la
humanidad se sigue procreando
el verbo se hará
carne y ellos podrán
adquirir el
perdón.
¿Y nosotros? Los
caídos,
jamás nos
perdonarán
por eso odio al
ser humano,
es por eso que los
he manipulado
para que me den de
sacrificio a todos sus hijos;
si… Gozaba, me
complacía cuando ardían
en las llamas de
mi estómago.
O cuando me los
comía en forma humana
incitándolos al
canibalismo
por ser ingenuos y
creer en dioses falsos.
Dios odia la
desobediencia y esa es la debilidad
que usamos para
destruir al hombre
y los
desobedientes puedan sufrir
toda una eternidad
–.