Mi primera casa editorial fue Mar Abierto, sello con el que publiqué mi segundo poemario: La creación perfecta. En torno a este trabajo Ubaldo Gil (ese editor insigne en Manabí), dijo en su momento que:
“La poesía joven
en Ecuador es demasiado subjetiva, rebuscada en su lenguaje, exclusiva para
unos cuantos, no se aplica a La creación perfecta un poemario que explora desde
lo etéreo una poética aferrada al amor, pero no como un retrato más de
despecho, sino mediante una búsqueda incesante donde la imaginación es la mejor
excusa para revalorar este sentimiento ante una humanidad cada vez más
decadente.
Carlos Coello no es un autor de códigos indescifrables, su poesía es modernista y directa, positiva desde todos sus francos: “hoy he pensado en lo maravilloso de la vida”.
Si en algún momento nos extasiamos con las canciones de The Doors, este poeta también se regocijó en ellas y cruzó por esas puertas perceptivas hacia una imaginación desbordante”.
Así que si en algún momento se encuentran con este poemario no duden en consumir su contenido.
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