Imagen tomada de https://www.sanandolatierra.org/sopla-espiritu-valle-de-huesos-secos-ludmila-ferber-y-ana-paula/ |
Caminando
junto a la niebla
sin
descifrar aún
a
qué me enfrentaba
o
dónde me encontraba.
Decidí
proceder mi marcha.
No
había nada,
y
sin poder acrisolar mi alma,
mi
fin se acercaba sin saber
realmente
en dónde estaba.
Era
un mundo lleno de ira,
un
mundo de guerras
y
falsas doctrinas,
un
mundo plagado
de
politiquería.
Los
paisajes no existían,
el
ambiente era pernicioso.
El
silencio rodeaba
el
valle donde las tierras
ya
no eran fértiles
y
la pobreza acechaba.
Y
en medio de esa noche lóbrega
mis
penas deliraban
a
través de la soledad
y
las sombras,
de
la agonía y desdicha.
Sin
la luz de la esperanza
en
el valle de los huesos secos.
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