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| Ilustración tomada de https://www.pinterest.es/pin/771030398677855766/ |
Tenía una venda en mis
ojos,
¡Ciego por la pasión!
¡Ciego por el amor!
Hipnotizado por un
simple encanto;
tu aroma era me
tentación
y tu cuerpo era una
fuerte seducción.
Me escapaba de la
realidad
y viajaba a una
fantasía
cuyos pasaportes no
existían.
Eras mi nena ardiente,
eras el fuego de mi
propia imaginación,
eras simplemente mi
dulce amor.
Aunque siempre existió
aquel impedimento,
el impedimento la cual
era un gran espejo,
el impedimento que
actualmente es tu amor eterno.
¡Mi enemigo ideal!
¡Mi adversario actual!
Hoy solo soy una
imaginación,
una imagen escondida en
tu mente,
un recuerdo perdido en
cualquier dimensión.
Acepté un juego
peligroso,
un juego donde sus
redes me atraparon,
un juego donde
decidiste finalizarlo.
Mi viaje ha empezado
y mis caminos son
distintos,
direcciones diferentes
con nuevos objetivos.
Emprendiste un nuevo
futuro
y un sueño ya deseado;
hoy lo has cumplido y
realizado,
hoy eres solo mi
encanto imaginario.
Todos tus besos y
acaricias
se han desvanecido y
perdido en lo lejano;
el universo ya no está
en mis manos.
¡Dulces sueños y falsas
alegrías!
Sueños guardados en un
cofre,
falsas alegrías
encontradas
en lo más profundo de
mi corazón.
El mundo de las
alegrías existe en tu alma,
un regocijo inmenso
gobierna tu corazón,
solo me contento de
verte y decirte un adiós.
Un adiós que puede ser
eterno,
un adiós sin
arrepentimiento.
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